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Con la presión de la crisis climática, los gobiernos centroamericanos están implementando políticas y regulaciones para fomentar el desarrollo de energías renovables. La transición verde en Centroamerica presenta muchos desafíos, como la necesidad de infraestructura adecuada, la financiación de proyectos de energías renovables y la modernización de las redes eléctricas. Para discutir estos retos, El Diálogo Interamericano, el Centro para Estudios sobre Latinoamerica y Latinos (CLALS – por sus siglas en inglés) y la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) organizaron este evento en el 5 de junio, enfocado en las infraestructuras energéticas de Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala.
Puntos claves:
- En 2023, Costa Rica operó con un 91.29 por ciento de electricidad proveniente de fuentes renovables por el desarrollo de una infraestructura de transmisión robusta, flexible y confiable
- 70 por ciento de la generación en El Salvador es privada y la inversión privada es un resultado muy bueno para el sector energético
- El Salvador creó el Consejo Nacional de Energía para definir las políticas energéticas del país y la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones como regulador para todos participantes del mercado
- Honduras es el único país en Centroamérica que tiene 30 conexiones regionales y actualmente se considera que no las utiliza de manera eficiente
- Muchos de los problemas en Honduras se deben a un sistema de distribución colapsado y un sistema de transmisión congestionado
- El 80 por ciento de la producción de electricidad en Guatemala viene de energía limpia, con un 72 por ciento de fuentes renovables y un 8 por ciento de gas
Centroamérica está avanzando de manera significativa hacia una transición energética más limpia y sostenible. Los programas de transición energética y climática, junto con políticas y regulaciones favorables, están fomentando un entorno propicio para el desarrollo de proyectos que energías renovables. La colaboración entre reguladores, comisionados y el sector privado es clave para lograr una transición exitosa y asegurar un futuro energético más sostenible para la región.
Este evento subrayó la importancia de continuar promoviendo la cooperación y el intercambio de conocimientos entre los distintos actores involucrados, con el fin de acelerar la transición hacia un modelo energético más limpio y resiliente en Centroamérica.
Presidente Ejecutivo del Instituto Costarricense de Electricidad, Marco Acuña, empezó la discusión hablando sobre la evolución de la matriz de generación de Costa Rica. Explicó que Costa Rica ha planificado una evolución de su matriz de generación eléctrica para ser confiable y robusta para garantizar el crecimiento y el abastecimiento energético. En 2023, Costa Rica operó con un 91.29 por ciento de electricidad proveniente de fuentes renovables. Acuña continuó explicando que apoya el regionalismo porque puede ayudar a la integración y colaboración entre países. Esto es importante porque el intercambio de energía alinea los incentivos de las partes interesadas cuando los costos de energía y suministro son altos. Su rol como orador principal planteó Costa Rica como ejemplo local para que otros países aprendan de sus estrategias con respeto a la transición energética y clima.
Kevin Alexander Rodríguez Castillo, especialista en energía y economía de la ASJ, moderó el panel y comenzó preguntando a los panelistas sobre los modelos de mercado eléctrico predominantes en sus países y sobre el impacto que dicho modelo había tenido en sus países. La discusión se centró en las respuestas a estas preguntas críticas.
Para iniciar la conversación, Ingrid Chávez de Mendoza, directora de operaciones comerciales para Energía del Pacífico, habló del modelo en El Salvador. Expuso que en El Salvador se creó una empresa independiente con participación de mercados públicos y privados, y se estableció el Consejo Nacional de Energía para definir las políticas energéticas del país y la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones como ente regulador para todos los participantes del mercado. Chávez expresó que bajar los altos precios de la energía representa un reto importante para El Salvador. Siguió explicando que es necesario crear medidas para ayudar a los usuarios a disminuir el costo de la energía, y estas medidas deben incluir subsidios estatales. Sin embargo, según ella, la inversión privada sigue siendo importante, y ha sido muy beneficiosa para el sector energético del país, pese a las condiciones climáticas extremas provocadas por El Niño. Hoy, el 70 por ciento de la generación energética en El Salvador es privada.
Wilfredo Flores, comisionado de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica en Honduras habló de los mismos retos, pero compartió que superarlos es más difícil en su país. Planteó que existen muchos desafíos debido a un sistema de distribución colapsado y un sistema de transmisión congestionado. Afirmó que, para la estrategia nacional energética hondureña, el gas natural tiene un papel como combustible de transición energética; sin embargo, hay varios desafíos y es necesario contar con plantas que proporcionen la flexibilidad requerida para esta transición. Estos desafíos son debido al hecho de que Honduras es el único país en Centroamérica con treinta conexiones regionales, pero no las utiliza de manera eficiente y el costo de la energía renovable en Honduras es más alto que en toda la región.
Finalmente, Luis Romeo Ortiz Peláez, presidente de ka Comisión Nacional de Energía Eléctrica en Guatemala habló en detalle sobre el nuevo modelo guatemalteco y sus mejoras. El modelo de Guatemala anterior de El Niño fue abandonado porque las finanzas públicas no eran suficientes para satisfacer la demanda del país. No obstante, ahora existe libertad en la generación, transmisión y comercialización de la electricidad, cumpliendo con las leyes generales del país. Bajo la nueva marca energética, las actividades reguladas se limitan a las tarifas de los usuarios regulados y el acceso a la red de transmisión. Guatemala cuenta con 16 empresas eléctricas municipales y 3 grandes empresas eléctricas. Ortiz destacó que este proceso ha aumentado la cobertura de suministro eléctrico del 40 por ciento al 90 por ciento en el país. Hoy en día, el 80 por ciento de la producción de electricidad en Guatemala viene de energía limpia, con un 72 por ciento de fuentes renovables y un 8 por ciento de gas. Para consolidar este modelo exitoso, se está iniciando un proceso de licitación internacional para renovar contratos de las distribuidoras y cubrir el crecimiento de la demanda de energía.
En conclusión, los panelistas nos han brindado una gran perspectiva sobre los avances que sus países han logrado recientemente en relación con los mercados eléctricos y la transición verde en Centroamérica.
VEA LA GRABACIÓN DEL EVENTO AQUÍ: