Ortega y Putin, la dependencia de Nicaragua en Rusia
La relación entre Nicaragua y Rusia se resume en un juego de personalidades autoritarias con ilusiones de grandeza. Daniel Ortega, un animal político primitivamente autoritario, está obsesionado con entregarse a Rusia y Vladimir Putin, como una necesidad existencial. Mientras tanto el dictador ruso acepta el cortejo del dictador criollo para alimentar su ego, su perenne lucha, anacrónica, por recobrar lo que no existe, una nación que perdió décadas atrás su silla imperial.