En enero del 2019 más de 5.000 nicaragüenses deberán regresar a su país debido a la decisión del Gobierno de Donald Trump de revocar el estatus de protección temporal, conocido como TPS. Varios legisladores estadounidenses han presentado proyectos para frenar esta medida alegando que sería irresponsable mandar de regreso a personas en medio de una crisis. La Casa Blanca no se ha pronunciado al respecto. CNN habló con Manuel Orozco, director de Migración, Remesas y Desarrollo para el Diálogo Interamericano.
Comentarios de Manuel Orozco:
“Uno de los grandes problemas de esta administración [en Estados Unidos] es el desastre burocrático que existe. El check-list [antes de tomar esta decisión] debería haber incluido ver donde tenemos relaciones con Nicaragua que puedan afectar a los intereses de nuestra política exterior y este es un caso perfecto. Puede haber otros casos, por ejemplo, en la cooperación que existe entre Estados Unidos y el ejército de Nicaragua.”
“Puede haber huecos donde se presenten situaciones problemáticas precisamente por este tipo de negligencias. Sin embargo, en este caso en particular, una negligencia de este tipo va a tener consecuencias devastadoras con gente que ya está pidiendo asilo político.”
“Ya estamos viendo en Estados Unidos muchos nicaragüenses pidiendo asilo político, pidiendo que por favor no los deporten porque sus vidas están en peligro porque no tienen una posición positiva con el gobierno de Daniel Ortega.”