El desarrollo de la primera infancia y el futuro de América Latina
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La agenda de desarrollo infantil acaba de recibir un fuerte impulso en América Latina. Este 15 y 16 de noviembre, el primer foro latinoamericano sobre el desarrollo infantil temprano tomó lugar en Bogotá, Colombia. El mayor logro del foro fue la firma de una Declaración de políticas por representantes de alto nivel de 11 países, los tres bancos de desarrollo más importantes operando en la región (CAF – Banco de Desarrollo de América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo, y el Banco Mundial), UNICEF, y representantes de organizaciones y alianzas de sociedad civil. La ceremonia de firma fue presidida por el Presidente Juan Manuel Santos, quien dio su entusiasta aprobación de la iniciativa.
La declaración surge del reconocimiento que, a pesar de los avances que se han hecho en años recientes, la región todavía se enfrenta a brechas en asegurarse que todos los niños tengan la oportunidad de crecer en un ambiente saludable y enriquecedor y desarrollarse plenamente. Para corregir esta brecha, la declaración hace cuatro recomendaciones:
- Consolidar políticas o planes nacionales de desarrollo infantil — vinculantes para las diversas entidades e instancias involucradas — respaldadas por inversiones sostenibles en el mediano y largo plazo. Es recomendable que existan dependencias de alto nivel con autoridad política y técnica, encargadas de liderar la coordinación y articulación entre los sectores y con ascendencia sobre ellos.
- Establecer sistemas de aseguramiento de la calidad de los servicios gubernamentales y no gubernamentales de desarrollo infantil. Esos sistemas deben basarse en el desarrollo integral esperado de los niños y niñas y definir las capacidades de los recursos humanos que se encargan de su atención y las condiciones técnicas, materiales y de infraestructura que deben cumplir los proveedores públicos y privados para el logro del desarrollo infantil.
- Definir metas de desarrollo infantil para el país y establecer mecanismos de evaluación que permitan conocer los cambios y características de desarrollo de los niños y las niñas. Idealmente, esos esfuerzos nacionales deben permitir hacer comparaciones internacionales, especialmente en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Consolidar la colaboración entre los diferentes actores interesados en el desarrollo integral de la primera infancia, estableciendo escenarios nacionales en los cuales se encuentren formalmente y de manera periódica las autoridades de los sectores involucrados con aliados de la sociedad civil, la academia, los empresarios, los medios de comunicación y de las comunidades. Un aspecto clave de dichos escenarios es el seguimiento de las políticas, planes o estrategias nacionales de desarrollo infantil y proponer formas de fortalecerlas.
La declaración es el producto de dos años de consultas entre funcionarios gubernamentales, líderes de sociedad civil, académicos y representantes de organizaciones multilaterales, lideradas por el Diálogo Interamericano en colaboración con la Fundación Bernard Van Leer, la Fundación María Cecilia Souto Vidigal, y REDUCA, con el apoyo de CAF, el BID, y el Banco Mundial.
A través de una serie de talleres y intercambios virtuales, este grupo de trabajo compuesto por individuos de toda la región empezaron a desarrollar los contornos de una agenda regional sobre el desarrollo infantil, y luego construyeron una serie de recomendaciones específicas para cada área prioritaria que habían identificado para la acción.
Más allá de la declaración, esta iniciativa demostró el potencial que puede tener una coalición de carácter regional y multisectorial de avanzar el ambicioso esfuerzo de expandir y mejorar las políticas públicas y los programas de desarrollo infantil. Mientras estas acciones críticas deben realizarse al nivel nacional y regional, una perspectiva regional sirve tanto para reforzar los compromisos nacionales como para facilitar la adopción de políticas y programas basados en la evidencia.
El entusiasmo de los participantes y las conexiones que se fortalecieron durante el evento son evidencia que esta coalición informal de organizaciones (gubernamentales y no gubernamentales, nacionales e internacionales) e individuos tiene un verdadero potencial de continuar dándole forma a los debates y acciones en el campo tan importante que es el desarrollo infantil.
El reto, ahora, es transformar la declaración en un plan de acción. Es crítico monitorear la medida en que los países avanzan en la implementación de los acuerdos alcanzados en Bogotá, y la medida en que fortalecen los mecanismos de intercambio de experiencias entre países que potenciarán la habilidad de los gobiernos y proveedores de avanzar programas de desarrollo infantil de alta calidad.
El Diálogo Interamericano permanece comprometido con trabajar con socios existentes y nuevos para hacer de la Agenda Regional del Desarrollo Integral dela Primera Infancia una realidad que transforme el futuro de América Latina.