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La directora del Programa sobre Estado de derecho, Tamara Taraciuk Broner, conversó en una entrevista con El Tiempo sobre la crisis postelectoral en Venezuela y el rol de los presidentes de Colombia, Brasil y México.
Comentarios de Taraciuk Broner:
Pregunta (P): Van dos semanas desde las elecciones presidenciales en las que la oposición dice que ganó pero Nicolás Maduro se niega a reconocer la derrota. ¿Qué sigue?
Respuesta (R): El régimen calculó mal el margen de ganancia de la oposición, que terminó siendo inmenso, y lo astuta que fue la oposición a la hora de documentarlo. Lo que hemos visto desde entonces han sido esfuerzos por tratar de orquestar un burdo fraude y un régimen atrincherándose, que es lo que sabe hacer. Ahora intentan meter al Tribunal Supremo de Justicia, que es un apéndice del Ejecutivo, para que resuelva una cuestión electoral para la cual no tiene ninguna facultad. Buscan desesperadamente darle algún viso de legalidad pero no lo van a lograr. Van dos semanas y no han publicado las actas. El grueso de la comunidad internacional sabe lo que pasó. Y esto no va a ser un (Juan) Guaidó 2.0.
P: ¿A qué se refiere con eso?
R: Es que la situación es muy distinta. Esto no es una reedición de un gobierno paralelo. Acá lo que hubo fue una elección en la que, a pesar de todas las circunstancias adversas, los venezolanos salieron masivamente a votar y lo hicieron en contra del gobierno. Lo que hace de este un momento muy interesante es que hay cosas que están pasando que no pasaban en Venezuela hace mucho tiempo. Primero, hay una oposición unida en una ruta electoral. Hace mucho que eso no ocurría, en un lenguaje claro de la vía electoral, pacífica y bien organizada.
Segundo, María Corina Machado mostró un liderazgo y una astucia política que mucha gente no sabía que tenía y logró, sobre todo, conectar con la gente en Venezuela de una manera que yo creo que no se veía desde que (Hugo) Chávez llegó al poder. Le llegó a gente y zonas que tradicionalmente apoyaban al gobierno. Además, el mundo entero ya ha visto esas actas de votación en las que la oposición obtiene el 67 por ciento y sin contar a los que no se les dejó votar porque vivían por fuera. Y lo que se le está pidiendo ahora es que respete esa voluntad popular.
P: Y Nicolás Maduro está cada vez más solo en la comunidad internacional…
R: Le queda muy difícil a la comunidad internacional, por lo menos a la democrática, apoyar a Maduro bajo esas circunstancias. Está solo y solo le quedan países como Cuba, Rusia, Irán, China y Turquía. Por eso es tan importante –y de una inmensa responsabilidad– el papel de Colombia, Brasil y México. Por el momento han dejado claro que no le compran el cuento a Maduro y están exigiendo una verificación. Pero deben hacer más.
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