Obama & Latin America: New Beginnings, Old Frictions
Today, signs of frustration are unmistakable in Washington and in many Latin American capitals, despite Obama’s immense personal appeal and the continued promise of a more productive partnership.
Colombia rechazó la acusación y el propio Santos respondió este lunes a Maduro: "El sábado estaba en cosas más importantes, bautizando a mi nieta".
Pero Caracas insistió en apuntar a su vecino, advirtiendo en un comunicado de la Cancillería que hará "responsable al gobierno de Colombia de cualquier nueva agresión".
Este episodio se suma a una larga cadena de roces recientes entre ambos países, sobre todo en la década pasada durante los gobiernos de Hugo Chávez en Venezuela y Álvaro Uribe en Colombia.
Pero el diferendo surge además en vísperas de que este martes asuma la presidencia colombiana Iván Duque, un aliado de Uribe que ha prometido enfrentar al gobierno de Maduro.
Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, un centro de análisis hemisférico con sede en Washington, sostiene que Duque deberá ensayar un equilibrio difícil para evitar una escalada peligrosa de tensiones con Caracas.
Y advierte que en los últimos tiempos la relación bilateral fue usada con objetivos de política interna y cálculos nacionalistas a ambos lados de la frontera.
"Cuando la retórica se vuelve muy caliente y hay un deterioro de las relaciones, hay posibilidades de estar jugando con fuego. Esto pasó con Uribe y Chávez. Y creo que está pasando ahora con Maduro", dice Shifter en entrevista con BBC Mundo.
Lo que sigue es un resumen de la charla telefónica con este analista desde Bogotá, donde viajó para asistir al cambio de mando presidencial.
¿Cómo observa la acusación del presidente Maduro al presidente Santos de que está implicado en un intento de asesinarlo?
Es algo consistente con lo que ha hecho el presidente Maduro, de buscar conspiraciones y actores externos en Colombia para apelar al nacionalismo en Venezuela mientras el país se encuentra en una situación desastrosa.
Hasta ahora, que yo sepa el presidente Maduro no ha presentado ninguna prueba de eso. Me parece absurda la acusación.
En años recientes, hubo varias crisis entre ambos países. ¿Cómo se comparan con el momento actual?
En el pasado había dos presidentes, Chávez y Uribe, que tenían personalidades más calientes, menos mesuradas.
Esto fue muy riesgoso porque hubo desacuerdos y se escaló. Ambos líderes tenían un tinte populista, también tratando de movilizar a la gente de cada país. Entonces fue bastante más preocupante en ese caso, por el estilo de ambos mandatarios.
Es importante recordar que también hubo momentos de cercanía, de cooperación entre Uribe y Chávez. Y otros momentos en los que explotó totalmente la relación y había un gran temor de que pudiera convertirse en una situación bélica.
Con la presidencia de Santos, algunos pensaron que la relación bilateral podía recomponerse. De hecho, Venezuela participó del proceso de paz con la guerrilla colombiana de las FARC impulsado por Santos. Pero la tensión continúa. ¿Cuál es el problema de fondo?
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Today, signs of frustration are unmistakable in Washington and in many Latin American capitals, despite Obama’s immense personal appeal and the continued promise of a more productive partnership.
Despite continued tensions among the Andean countries, four U.S. ambassadors painted an encouraging picture of regional stability.
Even with loaded dice, Chávez may be running scared. What to do to preserve power? That’s all that has ever mattered.