¿Podría la victoria de Biden ayudar a redefinir la política energética de México?
This post is also available in: English
En una entrevista con BNamericas, Lisa Viscidi, directora del programa de energía, cambio climático e industrias extractivas, analizó las consecuencias del resultado de la victoria de Joe Biden para la relación energética entre México y Estados Unidos.
LEA LA ENTREVISTA COMPLETA DE BNAMERICAS ABAJO.
La reciente victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos podría ayudar a redefinir la relación del país con México, especialmente en el sector energético.
Si bien el presidente electo se prepara para enfrentar grandes desafíos internos, incluido el número creciente de contagios de covid-19 y un entorno político altamente polarizado, también ha trazado cambios en la política exterior para promover la inversión en energías limpias y forjar alianzas internacionales, especialmente en Latinoamérica.
La administración saliente de Donald Trump puso el acento en temas inmigratorios cuando se trataba de México. Según Viscidi, una administración de Biden establecería una nueva relación con México más centrada en asuntos más generales, en que el sector energético jugaría un papel clave.
“Una nueva administración querrá adoptar un enfoque más colaborativo, y el cambio climático y las energías limpias serán uno de los puntos importantes de la agenda bilateral. La administración de Biden podría buscar alternativas que puedan incentivar a México y alentarlo a tener políticas más favorables hacia las energías renovables”, dijo Viscidi a BNamericas.
Desde que asumió el cargo en 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha seguido una estrategia nacionalista en el sector energético mexicano intensificando el apoyo a la eléctrica CFE y la petrolera Pemex, ajustando las regulaciones y brindando ayuda financiera en un intento por apuntalar a las dos empresas estatales.
Este apoyo ha tenido el efecto secundario de marginar a los productores privados, especialmente en el sector eléctrico y, en menor medida, en la industria de hidrocarburos. En México, los privados son los principales inversionistas de tecnologías renovables, mientras que CFE comercializa principalmente generación térmica e hidroeléctrica.
Sin embargo, esta visión no es necesariamente incompatible con una promoción más activa de las energías renovables, según Viscidi. “El principio central de su política energética no es contrario al cambio climático, sino que es proestatal”, señaló.
Viscidi agregó que AMLO tiene una clara visión política para México, que es probable que ningún país extranjero cambie.
“Creo que hay nuevas oportunidades de colaboración si se encuentran áreas de beneficio mutuo. Por ejemplo, CFE tiene mucha tecnología obsoleta, por lo que puede necesitar y querer asociarse con EE.UU., con empresas privadas, para comprar tecnología limpia”, señaló. Otra área de beneficio mutuo sería el fortalecimiento de la interconexión eléctrica entre ambos países.
Los cambios de AMLO a las reglas del sector eléctrico han sido particularmente polémicos entre los inversionistas, como las políticas promulgadas por la Secretaría de Energía y el operador de red, Cenace, para prohibir que proyectos renovables se conecten a la red bajo el argumento de que reducirían la seguridad del sistema durante la pandemia.
AMLO también se ha reunido en reiteradas ocasiones con timoneles de organismos reguladores independientes y les ha pedido que tomen medidas en favor de empresas estatales. Hasta ahora, los tribunales han frenado la mayoría de estas políticas, lo que llevó al gobierno a considerar la posibilidad de realizar reformas legales y constitucionales más profundas para promulgar su agenda.
La discusión se ha centrado en el último tiempo en determinar si el tratado comercial T-MEC entre México, EE.UU. y Canadá, que entró en vigor en julio, brinda protección a los inversores estadounidenses afectados por estos cambios.
BNamericas también conversó con Viscidi sobre este y otros temas relacionados con el T-MEC y la relación energética entre Estados Unidos y México.
BNamericas [BNA]: ¿Cree que el T-MEC sufra alguna modificación luego del cambio de mando en Estados Unidos? ¿Ayudaría el tratado a proteger a los inversionistas privados que se han visto afectados por las políticas promulgadas por AMLO?
Lisa Viscidi [LV]: No creo que haya ningún interés en renegociar el T-MEC. Fue una iniciativa en la que los dos partidos estuvieron unidos en el Congreso. Los demócratas lograron varias de las modificaciones que querían en cuanto a disposiciones ambientales y laborales, por lo que, aunque la campaña de Biden señalaba que el cambio climático sería parte de los acuerdos comerciales en el futuro, no creo que se renegocie el T-MEC.
Ya ha surgido cierta preocupación sobre cómo las políticas del gobierno de AMLO podrían violar los términos del T-MEC. Recientemente circuló una carta de ambos partidos del Congreso que criticaba las políticas y advertía que podrían violar el acuerdo comercial. Existe preocupación, en ambos partidos del Congreso, de que potencialmente podría haber una violación a las disposiciones del T-MEC.
Creo que este ámbito será liderado más por el sector privado, que intentará usar cualquier facultad legal que tenga en virtud del T-MEC, cualquier protección que tenga. Es algo que ha tenido impacto, las batallas legales han tenido mucho éxito en detener muchos de los cambios en las políticas eléctricas. Creo que veremos más de eso, tal vez discusiones más fuertes sobre cómo algo viola el tratado comercial. Pero eso estaría mayoritariamente liderado por las empresas, que son las que deben presentar los respectivos casos judiciales.
BNA: ¿Cómo podría afectar el cambio de presidente la relación energética con México? ¿Cree que surgirán nuevas oportunidades?
LV: A pesar de todas las nuevas políticas [promulgadas por la actual administración mexicana], la relación comercial en el sector energético se está volviendo más importante y sólida y solo podría crecer, así que seguiremos viendo un comercio muy dinámico de gas, crudo y productos refinados.
A pesar de que en los niveles más altos el gobierno de AMLO tiene un enfoque muy centrado en el Estado —que no creo que sea compartido por nadie en EE. UU., ni en la Presidencia ni en los bandos del Congreso—, creo que podría haber muchas oportunidades a nivel técnico para la cooperación entre ambos gobiernos.
Eso también podría generar oportunidades para un mayor diálogo. Es algo que sucedió con más frecuencia en la administración de Obama, hubo mucha más cooperación a nivel técnico entre EE.UU. y México en temas energéticos. Eso realmente se apagó durante la administración de Trump y podría revivir.