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En una entrevista con Esta Semana y Confidencial, Manuel Orozco, director del programa Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, conversó con Carlos F. Chamorro sobre el futuro de las tendencias de las remesas, la migración desde Nicaragua, la economía nicaragüense y el futuro del régimen de Ortega.
Comentarios de Orozco:
«El envío promedio de remesas no ha crecido sustancialmente. Lo que ha crecido es la participación relativa de los migrantes que se han ido a Estados Unidos y que envían remesas en relación con tiempos anteriores.»
«Sin embargo, en general, el migrante no tiene un poder de decisión porque decide que la administración del dinero recaiga sobre el hogar que la recibe. Por respeto a la administración del hogar del familiar que se lo envías, vos depositas tu confianza en que tu familiar va a usar el dinero responsablemente. Y en segundo lugar, es una responsabilidad muy grande administrar dos hogares, el hogar del migrante y el hogar del que recibe remesas. Vos estás pendiente de las necesidades económicas del hogar, vos sabés que la gente no está yéndose de fiesta todos los días a gastar el dinero en otras cosas, y tus familiares reconocen que uno se la pasa sudando la gota gorda en este país, porque aquí si no trabajas no comes.»
«El régimen tiene recursos para sostenerse económicamente por lo menos dos años más bajo estas condiciones. En este momento Nicaragua está pagando el equivalente al 75 por ciento de lo que está pidiendo prestado. Entonces no iba a tener una capacidad de sostenerse fiscalmente de la forma cómo operaba el modelo. Las remesas le han venido a resolver y de alguna manera lo que está haciendo es extendiéndole una capacidad de sostenibilidad, pero es sostenibilidad del régimen, del Estado, no del país.»