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La primera infancia es el período de crecimiento más importante del desarrollo humano. Durante los primeros años, los niños y las niñas se desarrollan física, mental y emocionalmente, tanto así que al cumplir los cinco años, la arquitectura cerebral se ha desarrollado en un 90 por ciento. Lo que sucede en esta etapa ya sea en la salud, la nutrición, el desarrollo cognitivo o emocional tiene consecuencias para toda la vida.

En los últimos 15 años ha habido en América Latina algunos avances en materia de políticas de desarrollo infantil temprano. Varios países de la región han desarrollado acuerdos integrales de primera infancia, estrategias o planes nacionales de primeras infancias; lo cual muestra el reconocimiento de los gobiernos de la región al tema. Al mismo tiempo ha existido una amplia expansión en el acceso a la educación preescolar y se ha comenzado a consolidar la colaboración entre diferentes actores interesados en el desarrollo integral de la primera infancia, tales como la sociedad civil y el sector privado. Sin embargo, aún persisten grandes desafíos de calidad y equidad en términos de implementación de las políticas. Resulta esencial continuar potenciando y alertando sobre la importancia del desarrollo infantil temprano como una prioridad de agenda pública en todos los países de la región.

La cuestión del uso de la tecnología en la primera infancia sigue siendo polémica. Por un lado, brinda oportunidades de acceso a información, capacitación, aprendizajes, redes de apoyo y contención, entre otras posibilidades. Además, los padres y cuidadores pueden acceder a información sobre cómo apoyar a sus hijos en su desarrollo, recurrir a redes de apoyo de crianza y recibir en sus celulares alertas recordatorias de vacunación. Por su parte, los docentes cuentan con materiales para sus clases. Por otro lado, hay aquellos que aconsejan precaución, especialmente en las innovaciones cuyos usuarios principales son los niños.

Las intervenciones tecnológicas en la primera infancia pueden ser una herramienta valiosa para mejorar el desarrollo de los niños, pero es crucial implementarlas de manera segura y responsable, siguiendo las recomendaciones y pautas establecidas por expertos. A la vez, es un área en constante cambio y crecimiento, por lo que es muy importante seguir destinando esfuerzos a evaluar la eficacia de estas innovaciones.

En este informe, exploramos el potencial de la tecnología para el apoyo y desarrollo en los primeros años de vida, basando este análisis en una investigación de 21 casos de América Latina que emplean diversas herramientas tecnológicas tales como aplicaciones móviles generales y de mensajería instantánea, sistemas de gestión de datos (SIGED), robots, dispositivos médicos, bases de datos, chatbots y dispositivos de realidad aumentada. Ofrecemos también una serie de recomendaciones replicar, escalar y mejorar estos esfuerzos en toda la región.

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