Hallazgos del Primer Foro de Gobernanza Climática Inclusiva: Opinión y participación pública en América Latina
Las decisiones de política climática en América Latina usualmente se concentran en los tomadores de decisiones públicos, con aportes e influencia del sector privado. En contadas ocasiones, organizaciones de la sociedad civil (OSC) o poblaciones estructuralmente vulnerables han tenido la oportunidad de acceder a los debates que serán decisivos para su futuro. A menudo, las consultas o mesas redondas entre gobierno y distintas partes interesadas de la sociedad civil carecen de resultados implementables y rara vez requieren de seguimiento. Barreras como la falta de canales de comunicación, la marginación de ciertos grupos, el desinterés de ambas partes, o una profunda desconfianza en el gobierno se interponen en el camino.
La ausencia de canales de comunicación entre estado y sociedad ocasiona que los gobiernos pasen por alto propuestas y necesidades que podrían mejorar la gobernanza climática. Peor aún, esto resulta en la pérdida de un potencial contrapeso cuya participación independiente podría servir como un mecanismo de rendición de cuentas cuando los compromisos climáticos no se concretan o las medidas no cumplen con los estándares establecidos por los mismos gobiernos.
En este contexto, el Programa de Transición Energética y Clima del Diálogo Interamericano y la fundación Konrad Adenauer organizaron el Primer Foro de Gobernanza Climática Inclusiva. Este informe es el resultado del foro y reúne las contribuciones de líderes de OSCs y representantes de academia, gobierno y sector privado de América Latina.
As economies seek to rebuild in the aftermath of the Covid-19 crisis, there is an opportunity to accelerate climate change mitigation and adaptation and shape more sustainable economic models. Revenues from the extractive industries can provide crucial resources in this effort, according to a new report by the Inter-American Dialogue.
A medida que Colombia trata de recuperarse de la devastación económica que le ha generado el Covid-19, también debe esforzarse en el cumplimiento de sus metas en materia de cambio climático y la creación de un modelo de desarrollo más sostenible. Los ingresos fiscales procedentes de la producción de minería e hidrocarburos podrían utilizarse para cumplir con esos importantes objetivos.
Durante un evento del Diálogo Interamericano el 16 de diciembre, se enfatizó en que a medida que las economías intentan reconstruirse luego de la crisis generada por el Covid-19, surge la oportunidad de acelerar la mitigación del cambio climático, la adaptación al mismo, y de elaborar modelos económicos más sostenibles. Los ingresos de las industrias extractivas pueden proporcionar recursos cruciales para cumplir este objetivo bajo un modelo eficiente en términos de inclusión social e impacto ambiental.