Fin de los TPS, un dardo a las economías centroamericanas
La política migratoria del presidente estadounidense Donald Trump, cuya primera oleada trajo consigo la suspensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para 58.000 hondureños, 2.500 nicaragüenses y 195.000 salvadoreños viviendo en Estados Unidos, tendrá un fuerte impacto para las economías de estos países centroamericanos, así como en las condiciones de vida de miles de familias de ambas naciones, ya que las remesas representan un peso importante a nivel micro y macroeconómico, y sus países no tienen la capacidad de absorber exitosamente a esta mano de obra.
Manuel Orozco, Senior Fellow en los temas de Migración Remesas y Desarrollo por parte del organismo Diálogo Interamericano, con sede en Washington, confirmó a E&N que en el caso de El Salvador las remesas se estima aumentaron 10 % en 2017, frente a 6,4% en 2016; y en Nicaragua la estimación es de incremento del 11%, frente a crecimiento del 5,6% en 2016.
"El crecimiento de las remesas a Ámerica Latina y a Centroámerica en particular, está directamente vinculado con la ola migratoria que ha continuado en el 2017. El crecimiento de remesas a LAC (Latinoámerica y El Caribe) fue de 8%, pero para la región fue por encima del 10%. El fuerto aumento está asociado con esta continuidad de gente que sigue saliendo, debido a una mezcla entre inseguridad física y económica," señaló Orozco.
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