Obama & Latin America: New Beginnings, Old Frictions
Today, signs of frustration are unmistakable in Washington and in many Latin American capitals, despite Obama’s immense personal appeal and the continued promise of a more productive partnership.
¿Cambió el ciclo populista en América Latina? Si por “ciclo populista” entendemos los días de gloria del Socialismo del Siglo XXI, cuando Hugo Chávez amasaba imitadores y clientes por toda la región, es obvio que esos días se han ido. El experimento quedó sepultado entre las ruinas del precio del petróleo y el descenso al infierno de Venezuela, donde el modelo autoritario y estatista fue llevado hasta sus últimas consecuencias.
Cierto es que permanecen en el poder algunos de sus imitadores más directos, pero hoy son pálidas copias de sus días más rutilantes. La Revolución Ciudadana de Rafael Correa ha entrado en su fase vegetariana, mientras Evo Morales ya no luce capaz de imponer a Bolivia sus sueños de perpetuación en el poder. En Nicaragua, lo de Daniel Ortega no es una criatura del siglo XXI sino una copia demorada de la experiencia dinástica y cleptocrática de Somoza.
Today, signs of frustration are unmistakable in Washington and in many Latin American capitals, despite Obama’s immense personal appeal and the continued promise of a more productive partnership.
Despite continued tensions among the Andean countries, four U.S. ambassadors painted an encouraging picture of regional stability.
Even with loaded dice, Chávez may be running scared. What to do to preserve power? That’s all that has ever mattered.