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El transporte eléctrico es una parte fundamental de una agenda de transporte que puede poner a Colombia en el camino hacia mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta fue la principal conclusión del 2do Foro Anual de Transporte Limpio, organizado por el Diálogo Interamericano en Bogotá, el pasado 22 de septiembre. La introducción de tecnologías limpias en la actualidad reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro en la medida en que el sector de transporte en Colombia crece en las próximas décadas. No obstante, los participantes coincidieron en que el reto será encontrar la combinación correcta de políticas e incentivos para promover la movilidad eléctrica, una hazaña que requerirá que muchos actores diferentes trabajen juntos, incluyendo la industria, los gobiernos locales y nacionales, y los consumidores.

picture1En el discurso de apertura del foro, el ministro de Medio Ambiente de Colombia, Luis Gilberto Murillo, señaló que mitigar el cambio climático es una de las principales prioridades del Ministerio. El sector de transporte es la segunda mayor fuente de emisiones en Colombia, después de los cambios en el uso de la tierra; en ese sentido, introducir políticas de transporte limpio es fundamental para que el país reduzca las emisiones en un 20% de los niveles de 2010 y cumpla, así, con la meta del Acuerdo de París. El Ministro Murillo también señaló que el Ministerio de Medio Ambiente ha estado trabajando con el Ministerio de Hacienda para introducir incentivos fiscales para los vehículos eléctricos (VE), y que ha acordado con el Presidente Juan Manuel Santos poner en marcha un programa piloto de VE en la isla de San Andrés.

Colombia es uno de los países más avanzados de América Latina en términos de penetración de vehículos eléctricos, según un informe reciente del Diálogo Interamericano. Sin embargo, a nivel mundial, la penetración de VE se concentra en un pequeño número de países; “el 90% de los vehículos eléctricos se venden en sólo 8 países”, afirmó durante el foro Marine Gorner, especialista en transporte de la  Agencia Internacional de Energía (International Energy Agency). Aun así, el mercado ha crecido muy rápidamente desde una pequeña base durante los últimos cinco años. Dan Bowermaster, director del programa de transporte eléctrico del Instituto de Investigación de Energía Eléctrica (Electric Power Research Institute) señaló que las empresas están trayendo más productos al mercado, ampliando las opciones de los consumidores. De hecho, se esperan que 38 nuevos vehículos eléctricos enchufables se conecten entre 2016 y 2020, expresó. En esa misma línea, Glenn Schmidt, Vicepresidente para las Américas de asuntos gubernamentales en BMW Group, sostuvo que los países han tenido éxito en aumentar la penetración de VE, han introducido incentivos financieros creando un ecosistema más abierto a los vehículos eléctricos. Estos incluyen condiciones adecuadas para la carga del vehículo, así como programas pilotos e incentivos no financieros, tales como el acceso preferencial a las carreteras.

En el caso de Colombia, ha habido una creciente comprensión de la importancia del transporte eléctrico en la agenda política, indicó a su vez Edder Velandía Durán, profesor en la Universidad de La Salle. En ese orden, medidas claves como la financiación para la investigación aplicada a través de la agencia de gobierno Colciencias, los grupos de trabajo interministeriales, los proyectos pilotos en universidades y el sector privado, y un aumento en el número de vehículos eléctricos corporativos, han contribuido al fortalecimiento del transporte eléctrico en el país.

De igual forma, según Carlos García, director adjunto de demanda en la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) de dsc_3901Colombia, los incentivos en forma de parqueaderos públicos preferenciales, exención de la restricción de circulación de Pico y Placa, beneficios fiscales y tarifas más bajas de electricidad también han favorecido al aumento de la demanda de VEs en Colombia. La ampliación de la infraestructura de carga será igualmente necesaria para aumentar el número de VEs, y es ahí donde Codensa, la compañía local de energía eléctrica, ha jugado un papel crucial siendo líder en la construcción de estaciones de carga. De hecho, según David Felipe Acosta, gerente general de Codensa, la empresa tendrá 36 estaciones de carga en Bogotá en el año 2017 y pretende aumentar este número a 125 antes de 2020.

Manuel Olivera, director regional para Latinoamérica de C40, afirmó que las autoridades deben dar prioridad a tecnologías limpias para el transporte público en Bogotá y otras ciudades de la región, dado que América Latina cuenta con el mercado de transporte público más grande del mundo después de China. Olivera señaló también que en el largo plazo (10-15 años), el costo total, incluyendo capital, mantenimiento y operación de un autobús eléctrico de 12-18 metros, tenderá a ser igual o menor que al de un autobús alimentado por diésel de igual tamaño.

dsc_3777Aunque Colombia necesita diversificar su fuente de electricidad, que hoy en día es altamente dependiente de la energía hidráulica, para evitar la vulnerabilidad de la red, la electrificación de la flota de vehículos del país podría provocar importantes reducciones de las emisiones, según Ángela Cadena, profesora de la Universidad de los Andes, ya que el 75% de la electricidad de Colombia es generada a través de la energía hidráulica.

Estos argumentos sugieren que aunque Colombia puede estar a años o incluso décadas de ver un verdadero despliegue de los vehículos eléctricos, hay también fuertes razones y gran potencial para encaminar al país hacia la movilidad eléctrica y el transporte limpio.

Vea la cobertura de la conferencia en El TiempoRadio Santa Fe y La República.

 

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