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Aunque la mayoría de los gobiernos de América Latina han comenzado a centrarse en la calidad de la educación, Colombia es uno de los pocos en poner el aprendizaje en el centro de sus políticas educativas, establecer metas claras y desarrollar medidas específicas para alcanzarlas. De hecho, el objetivo explícito del programa «Todos a Aprender”, recientemente anunciado en el país, es aumentar, para 2014 en un 25%, el rendimiento estudiantil en lectura y matemáticas en el examen estandarizado aplicado a 3º y 5º nivel de 3.000 escuelas primarias en situación de riesgo.
Para lograrlo, el ministerio de educación establecerá metas de aprendizaje claras, administrará regularmente pruebas estandarizadas, y ayudará a mejorar la efectividad de los maestros por medio de fortalecer el liderazgo escolar, establecer comunidades de aprendizaje, y proporcionar formación a través de los docentes más experimentados. «Lo que queremos nosotros como gobierno», declaró el presidente Juan Manuel Santos al anunciar la iniciativa «es tratar, en la medida de lo posible, de que todos nuestros niños y nuestras niñas se eduquen de la mejor forma posible con la mayor calidad posible.”
Aunque no está claro cuán efectivo será este conjunto de políticas que ha elegido Colombia, el gobierno merece elogios por su claro enfoque en aumentar el rendimiento en las pruebas, y su determinación sistemática para hacer que esto suceda.