Los mercados no siempre discriminan entre gobiernos democráticos y autócratas, o si violan o no derechos humanos, pero la narrativa está cambiando. Hay que ayudar a que el discurso cambie, como ocurrió con los criterios ESG.
Los mercados no siempre discriminan entre gobiernos democráticos y autócratas, o si violan o no derechos humanos, pero la narrativa está cambiando. Hay que ayudar a que el discurso cambie, como ocurrió con los criterios ESG.