No es realista pensar que habrá menos presión hacia Venezuela con un control demócrata. Creo que hay un consenso en Washington entre ambos partidos de enorme preocupación y frustración con el gobierno de Nicolás Maduro. Tanto los demócratas como los republicanos están interesados en aplicar todos los instrumentos, como las sanciones en este momento, para poner más presión sobre el gobierno.