La gente tiene más expectativas y demandas que antes y están más informados. Se suma a la mala situación económica, la corrupción y la desigualdad. Es una receta para mucha frustración y rabia que antes se canalizaba en las instituciones.
La gente tiene más expectativas y demandas que antes y están más informados. Se suma a la mala situación económica, la corrupción y la desigualdad. Es una receta para mucha frustración y rabia que antes se canalizaba en las instituciones.