Es obvio que la administración Trump preferiría ver un segundo gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, de manera realista, ese escenario ahora parece altamente improbable. La relación de los Estados Unidos con un gobierno liderado por Alberto Fernández dependerá de la medida en que el nuevo presidente podrá seguir un curso más moderado y pragmático que el representado por el kirchnerismo y particularmente de su vicepresidenta Cristina Kirchner.