China ha expresado interés en cerca de 150 proyectos de infraestructura de transporte en América Latina y el Caribe desde 2002. Pero a partir del año pasado, solo la mitad de ellos había ingresado en alguna fase de construcción. Muchos, como el Ferrocarril bioceánico, que abarcaría el continente desde Perú a Brasil a un costo de más de US$50.000 millones, no se han movido más allá de la fase conceptual.