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Directora del Programa sobre Estado de Derecho del Diálogo Interamericano, Tamara Taraciuk Broner, conversó sobre la situación regional con ElDiario.es antes de su intervención en un seminario en Casa América en Madrid sobre el estado de la democracia en el continente.
Comentarios de Taraciuk Broner:
“El Gobierno de Trump estaba obsesionado con lo que él llamaba eje del mal: Venezuela, Nicaragua y Cuba. Pero no era producto de un compromiso genuino con la democracia y los derechos humanos porque ni se le cruzaba por la cabeza hablar de los demás problemas de la región. El cambio en cuanto a la postura, la retórica y el respeto a la democracia y los derechos humanos es abismal con Biden. El problema con la política de Estados Unidos actual es que América Latina está lejos de ser una prioridad. Tenemos mucha competencia en el mundo: en Europa hay una guerra, la pelea geopolítica con China, el papel de Rusia en el mundo… América Latina no está en la lista de prioridades y eso se traduce a que no hay una política exterior clara por parte del Gobierno hacia la región y la que hay está muy teñida por las preocupaciones internas en Estados Unidos, que son principalmente migración y el voto en Florida.”
“Centroamérica es un reflejo de lo que veo en la región más en general. Existen dictaduras puras y duras, como Nicaragua, pero eso también se aplica a Venezuela o a Cuba, por ejemplo. También vemos democracias donde llegan al poder a través de las urnas líderes de todas las ideologías que posteriormente dan la espalda a las garantías democráticas más fundamentales. El mismo libreto autoritario lo ha aplicado Nayib Bukele en El Salvador, Andrés Manuel López Obrador en México y en su momento Bolsonaro en Brasil. La última categoría que quedaría en la región, no necesariamente en Centroamérica, son democracias que mueren sin un dictador, que es el caso de Perú, donde hay un vaciamiento de las instituciones democráticas que no pueden responder ante la volatilidad política.”