This post is also available in: Português Español
Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, habló con NTN24 sobre la posibilidad de que hayan negociaciones entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana. Se conversó también acerca de un eventual apoyo por parte de la administración Biden a una salida negociada a la crisis política en Venezuela, las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y un balance sobre la estrategia utilizada para debilitar a Maduro por el gobierno de Donald Trump.
COMENTARIOS DE MICHAEL SHIFTER:
Pregunta (P): ¿Es negociada la salida para Venezuela?
Respuesta (R): No hay otra alternativa. Eventualmente la salida de Venezuela de su profunda crisis tiene que pasar por una negociación, por un acuerdo político hacia elecciones libres y abiertas. La otra alternativa es el uso de la fuerza, que creo que está totalmente descartado y que tampoco funcionaría. Una negociación es la vía adecuada, la única opción. La pregunta es, ¿bajo qué términos, con quiénes, y cómo serian los parámetros de dicha negociación? Los pronunciamientos de Juan González reflejan cierta frustración dado a que hubo otros intentos de diálogo con Venezuela, los cuales fracasaron y fueron vistos como una jugada del régimen de Maduro para ganar tiempo.
P: ¿Tiene el régimen la necesidad de negociar?
R: De hecho ya han habido ciertos acuerdos que se han logrado, como los dos escaños en el consejo electoral, los cuales no cambian la dinámica de aceptación de Maduro, pero sí hay pasos que fueron tomados y es necesario construir sobre ellos. Existen incentivos para hacer esto porque el país está bajo una crisis profunda. Hay que buscar una salida que se base en un acuerdo político serio. Lo que pasa es que Juan Guaidó y el resto de la oposición necesitan más fuerza para cambiar la dinámica interna en Venezuela. Maduro no va a negociar, no va a entregar su poder. Él no va a hacer eso. Él está dispuesto a ceder algo y el otro lado también tendrá que ceder para así tener una negociación seria. Reconozco que esto es muy difícil y puede tomar tiempo, pero por lo menos hay que hacer un esfuerzo para ver si puede funcionar.
P: ¿Por qué, durante un tiempo, se alimentó la idea desde algunos sectores de la administración de Trump que una intervención militar podría ser posible?
R: La estrategia de Trump fue aplicar sanciones económicas muy duras y también hacer uso de amenazas al repetir la frase famosa “todas las opciones están sobre la mesa”, la cual no fue pronunciada por la administración Biden. Esto fue una estrategia que consistía en amenazar el régimen y eventualmente buscaba generar una movilización que lleve al fin del gobierno. También se habló de una opción militar que nunca se descartó, pero esto no funcionó, no tuvo el resultado esperado. Se esperaba que las fuerzas armadas venezolanas, escuchando esas amenazas de Estados Unidos, iban a quitarle el apoyo a Maduro y así colapsar al régimen. Esto tuvo el efecto contrario, consolidando y fortaleciendo el apoyo de las fuerzas armadas hacia Maduro. El gobierno de Biden no utiliza estas amenazas, pero si mantiene las sanciones en un marco de negociación para así buscar un acuerdo político. Esto es muy difícil que funcione, pero las otras opciones no están muy claras.
[…]