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En 1998, sostuvimos que hay cuatro problemas fundamentales que generan las brechas de cantidad, calidad y equidad existentes en América Latina en el área de la educación: (1) la falta de estándares establecidos con respecto al aprendizaje de los alumnos y la falta de evaluación del rendimiento, (2) la ausencia de autoridad y responsabilidad por los resultados a nivel de las escuelas, (3) la mala calidad de la enseñanza y (4) inversión insuficiente en la enseñanza básica y secundaria.
Nuestra revisión de las iniciativas emprendidas durante los tres últimos años sugiere que el avance en la solución de estos problemas ha sido limitado. A pesar de que muchos países han expresado un firme compromiso con respecto al mejoramiento de la educación y han emprendido reformas con el fin de mejorar las escuelas, los resultados no han sido del todo satisfactorios.
Dado que estas mejorías dependen, en parte, del grado en que los proveedores de educación se responsabilizan por los resultados de su gestión, ofrecemos la siguiente evaluación del progreso educativo en una escala de “A” (excelente) a “F” (muy malo). Estas calificaciones, necesariamente subjetivas, reflejan la visión que tenemos sobre el estado actual de los principales indicadores y prácticas educacionales sobre la base de la evidencia disponible. También incluimos flechas para señalar los casos en los que se están haciendo avances, aún si el resultado final es desalentador. Utilizamos un método basado en “un país—un voto”, pues creemos que la necesidad de garantizar una educación de calidad para todos los alumnos es igualmente imperiosa en las naciones grandes que en las pequeñas, aun cuando los países más grandes exhiben mejores resultados.