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El rechazo por parte del gobierno nicaragüense de la visita de una comisión diplomática de alto nivel de la OEA crea molestia y desconfianza. Esta visita se programó en el marco de la crisis política en Nicaragua y la búsqueda de una salida democrática para la misma.
Manuel Orozco, Director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo InterAmericano conversó con El Nuevo Diario acerca de las consecuencias de esta decisión por parte del gobierno nicaragüense para con la OEA y lo que refleja.
Comentarios de Manuel Orozco
La decisión del gobierno de Nicaragua de no permitir la entrada de la comisión de la OEA tendrá varias repercusiones. En sus palabras, refleja que “El Goberno de Nicaragua sigue cerrando cualquier espacio de solución del conflicto (político) por la via no violenta”. Además, pone de relieve la naturaleza anidemocrática del régimen y la voluntad política de la oposición y de la OEA de trabajar de manera transparente y conjunta, explicó Orozco.
“Para la OEA el rechazo significa que la mediación diplomática de los Estados Miembros está dejando [sobre la mesa de discusión] la suspensión de Nicaragua de la OEA” agregó.
Lea la Entrevista Completa en El Nuevo Diario