Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, uno de los centros de pensamiento más importantes sobre América Latina, habló con SEMANA sobre el futuro del gobierno de Nicolás Maduro y los recientes movimientos en la región.
SEMANA: El 10 de enero Nicolás Maduro toma posesión para un nuevo mandato que el Grupo de Lima acaba de desconocer y en un aislamiento regional casi total. ¿Cómo ve el futuro del mandatario venezolano?
MICHAEL SHIFTER: Maduro está muy aislado, pero le quedan aliados. En America Latina tiene a Bolivia, Nicaragua y Cuba. Y México, aunque no es aliado, no parece que vaya a tomar una posición muy dura. A nivel internacional tiene a Rusia y a China, sobre todo, que todavía le dan un poco de oxígeno. Puede esperarse un escenario internacional con más presión diplomática, con sanciones más duras y con más coordinación entre países latinoamericanos y la Unión Europea. Hasta el momento la presión y las sanciones no han tenido mayor impacto, por lo que no descarto la posibilidad de que vaya a durar. Mucha gente ha subestimado su capacidad de resistir, pero todavía tiene
recursos para hacerlo.
SEMANA: Y sigue siendo poderoso a nivel interno…
SHIFTER.: No tiene casi oposición porque esta tiene miedo, está agotada o se ha ido del país. Y la cúpula militar parece que todavía le es leal, por lo que su posición interna parece segura.
SEMANA: ¿Qué lo sostiene?
SHIFTER: Las cúpulas altas del Ejército tienen mucho en juego en el régimen. Es un régimen autoritario, pero también depende mucho de la criminalidad, incluyendo el narcotráfico y otras actividades ilegales que benefician a mucha gente en las fuerzas armadas al más alto nivel.