La situación de los nicaragüenses en Estados Unidos, en condiciones de solicitar asilo, refugio, o provenientes de la diáspora en general, será incierta y preocupante para los próximos tres años.
Por un lado, la consolidación dictatorial que planea sostenerse en el poder más allá del 2026 bajo un Estado talibánico y policial, torna cuestionable y muy arriesgado el retorno de migrantes, especialmente cuando el régimen ha dicho que no los recibirá si vuelven.
Por el otro, el ambiente político electoral apunta a un recrudecimiento agresivo de medidas restrictivas hacia la migración y los migrantes. La gran mayoría de los nicaragüenses que ha llegado a Estados Unidos, se encuentra bajo un estatus irregular: incluso entre los del alivio humanitario (el parole) muchos aún no han hecho sus solicitudes de asilo.
Lo que se avizora es una situación crítica para miles de nicaragüenses, cuando al vencerse su parole y no tengan opción de pedir asilo, entrarán en condición de retorno y la situación se tornará emocional y materialmente crítica.
El ambiente político electoral y la migración en Estados Unidos
El discurso político antimigratorio es el tema número uno en la campaña electoral, junto a la crisis política y militar de Israel, al punto que pueden ser los dos principales factores decisorios de la elección presidencial de noviembre 2024 entre Joe Biden o Donald Trump.
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