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En una entrevista con CNN realizada el 23 de marzo del 2020, Manuel Orozco explica el impacto económico de la panedemia de Covid-19 para los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos, sus familias que reciben remesas y para los países de la región. Su análisis se concentra en los impactos relacionados a la crisis de desempleo proyectada para el país.
Comentarios de Manuel Orozco:
¿Qué significa que el desempleo puede llegar a un nivel de treinta por ciento, si ahora esta en el 3.5 por ciento?
“Significa que la magnitud de esta pandemia es sustancialmente gigante en todos sentidos. En este momento, la economía del país está paralizada. … La mitad o más de la mitad de la fuerza laboral de Estados Unidos no está trabajando, o está ubicada en diferentes lugares. El impacto que, en el largo plazo, esto puede tener, se estima que va entre 3,000,000-10,000,000 de personas desempleadas. La estimación más catastrófica es de veinte a treinta por ciento de la fuerza laboral. El gran problema realmente es si esta situación va a generar una fuerza grande de desempleo.”
Se habla de una recesión [en los Estados Unidos] que estaría ya en marcha. ¿Cómo se va a reflejar esto de la región y los países que dependen tanto de lo que envían sus ciudadanos desde este país?
“En este momento hay mucha incertidumbre acerca del impacto actual que va tener este año la pandemia, en términos de la recesión económica. La estimación que se está utilizando en este momento es de 3,000,000-5,000,000 de personas desempleadas, de las cuales estamos hablando de 600,000, como mínimo, inmigrantes que perderían su empleo en Estados Unidos. A nivel latinoamericano, por todo el mundo estaríamos hablando de casi 1,000,000 de latinoamericanos inmigrantes que estarían perdiendo sus empleos.”
“En términos prácticos, estamos hablando de dos cosas. Una caída en las remesas, por lo menos de un tres a cinco por ciento -que quiere decir unos 500,000,000 de dólares- y en términos prácticos estamos hablando de más de 1,000,000 de hogares en América Latina que dejarían de recibir remesas. Esto tendría implicaciones muy fuertes para ciertos países muy dependientes, especialmente países como Venezuela, los países de Centroamérica: Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala y otros países como Haití y Cuba. Entonces la magnitud de este problema es significativa y realmente es preocupante en un momento en donde la economía latinoamericana no estaba creciendo.”