Los trabajos que se presentan en este libro son el resultado de un notable esfuerzo de investigación sobre la forma en que el origen étnico de los niños, su raza y su género inciden en sus oportunidades educativas, las consecuencias que tiene su desigual acceso a las mismas y las razones que explican el que su rendimiento escolar sea generalmente bajo.
Los temas se abordan a partir de los resultados que arrojan estudios sobre la educación de niños provenientes de diferentes etnias en países como Bolivia, Guatemala, Perú, Ecuador y Chile así como otros que descienden de razas afroamericanas, sobre todo en Brasil. Dentro de este contexto general, reciben especial atención los resultados de estudios referidos a las desigualdades de género en la educación en América Latina.
En términos generales, las conclusiones son dolorosas. Los niños de raza negra o indígena, cuando adultos, ganan menos que los de raza blanca, y las mujeres mucho menos que los hombres independientemente de su origen y color. Las familias y niños de estos orígenes viven, mayoritariamente, en condiciones de pobreza y extrema pobreza. Las desigualdades educativas, expresadas en años de escolaridad para grupos de razas y etnias diferentes, no han variado significativamente con los años y aunque han disminuido las desigualdades de género persiste una desigual distribución de oportunidades educativas cuando se trata de niñas de familias pobres, provenientes de zonas rurales o indígenas, o familias de color. Los años de escolaridad, como las desigualdades de género, varían enormemente entre las diferentes etnias, grupos lingüísticos, razas o sectores. El panorama, para quienes formulan o ejecutan políticas en beneficio de estos grupos, no es alentador.