Desde hace algunas décadas, y con más fuerza a partir de los 90, se han impulsado en Estados Unidos diversos programas para prevenir el abandono escolar. Estos han contribuido a revertir la tendencia de ver este fenómeno como un fracaso de los alumnos, ayudando a reconocerlo como una señal de que el sistema necesita un cambio. Los casos difundidos en esta edición han sido evaluados bajo los estándares de What Works Clearinghouse (WWC) del Instituto de Ciencias de la Educación, del Departamento de Educación de Estados Unidos, analizando su éxito en promover la permanencia de los estudiantes en la escuela y el progreso dentro de la misma. Estas experiencias ilustran diversas formas de enfrentar un mismo problema y lograr resultados positivos.