This post is also available in: Português Español
La pandemia causada por el Covid-19 está creando estragos y consecuencias económicas en todo el mundo. Las proyecciones económicas de crecimiento en la región son de -1.6 por ciento, sin embargo, esto variará de acuerdo a cada país. Hay que considerar que el impacto de esta crisis se sentirá más fuerte sobre los inmigrantes que trabajan en Estados Unidos, España, y otros países afectados por la transmisión.
Tres grandes consecuencias relacionadas con la migración incluyen el efecto en la salud de los inmigrantes, el aumento en el desempleo y la reducción en el envío de remesas, y las consecuencias económicas en los países y hogares receptores afectados directamente.
La salud de los inmigrantes
Además de ser económicamente vulnerables, los inmigrantes latinoamericanos carecen de protección médica y buena salud. A pesar de ser más jóvenes, con 86 por ciento entre las edades de 21 y 70 años, 20 por ciento no tienen seguro médico en Estados Unidos. Entre los inmigrantes indocumentados en situación irregular, el porcentaje es de casi cuarenta por ciento (39 por ciento). Una de las consecuencias de esta situación estriba en que al momento de enfrentar una enfermedad no reciben tratamiento adecuado. Los migrantes padecen de enfermedades crónicas de corto plazo, como alergias (18 por ciento), tos (23 por ciento), fiebre (26 por ciento), dolores de cabeza (30 por ciento) o síntomas relacionados con la influenza (45 por ciento). El gran problema es que ante la carencia de seguro médico y poseer ingresos menores que el resto de la población, la mitad de los inmigrantes buscan automedicarse en vez de visitar un doctor. Esta situación se agrava por la vulnerabilidad a la que están expuestas los inmigrantes frente a esta pandemia: la Fundación Kaiser estima que 16 por ciento de aquellos menores de 70 años estarán expuestos a la pandemia. Sin embargo, a diferencia del ciudadano promedio, los inmigrantes que son más jóvenes que el promedio de ciudadanos en Estados Unidos, tienen menos acceso a salud y prevención. Esto último es importante porque aunque el número de migrantes estará menos expuesto a enfermarse, el que está expuesto sufrirá mas riesgos debido al menor acceso a cuidado médico.
La recesión económica y las remesas
Las proyecciones económicas ya están alertando sobre una caída de al menos -2 por ciento del crecimiento económico en Estados Unidos que causará tres millones de desempleados, de los cuales 18 por ciento son migrantes de América Latina y el Caribe, 595,000 trabajadores. Esta situación resalta las lecciones de la crisis económica del 2009, en la que las remesas cayeron en 12 por ciento con un desempleo del 9 por ciento. En un estudio realizado sobre la crisis del 2009 mostramos que el promedio enviado cayó en -5 por ciento y la frecuencia de envío disminuyó en 20 por ciento. También que 60 por ciento de los desempleados dejaron de enviar dinero. Frente a la situación actual, con una caída del empleo no tan severa pero seria, estimamos que las remesas caerán en -3 por ciento en Estados Unidos, de US$77 mil millones en 2019 a US$75 mil millones, sin calcular el daño a quienes sean directamente afectados por el virus.
[…]