Luego de ser en los años 60 un país pobre basado en una economía agraria Corea del Sur llegó a convertirse en 2007 en la 11ª economía más grande del mundo. Tanto a nivel nacional como internacional, gran parte de este cambio se atribuye a su sistema educativo, que con sucesivas reformas y continua revisión de sus propuestas ha ido perfeccionándose y adaptándose a las nuevas realidades, invirtiendo en sus recursos humanos y con la mira puesta en una sociedad basada en el conocimiento.
Se destacan aquí algunos de los aspectos más sobresalientes de la educación coreana tales como el proceso de adaptación curricular, el desarrollo y certificación de textos escolares, la formación docente y el uso de tecnologías de la información y comunicación.