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El miércoles 31 de agosto, el ex ministro de Educación y Obras Públicas y ex timonel del PPD Sergio Bitar recibirá el premio nacional del Colegio de Ingenieros por su contribución al desarrollo del país. La distinción anual, que otorga el colegio de la orden a uno de los suyos desde 1992, tomó por sorpresa a este ingeniero civil, que ha dedicado la mayor parte de su vida a la política. Bitar dice que el premio le ha permitido reflexionar sobre la confluencia de ambos mundos, más aún ahora, en que, como refleja la encuesta CEP dada a conocer el viernes 19, hay una alta desaprobación ciudadana a la forma en que la clase política y el gobierno están haciendo su labor. “La política tiene mucho de construir puentes y de saber encauzar las aguas de los movimientos sociales”, dice. Y agrega que “si uno contiene mucho tiempo las aguas y no hace cambios, se desborda y se inunda. Si se encauzan mal las aguas, los resultados son pobres”.
Si seguimos su analogía, el respaldo del 15% al gobierno de la Presidenta Bachelet reflejado en la encuesta CEP ¿significa que hubo un mal encauzamiento de las demandas sociales?
En unos años más, el sentido de las reformas va a tener un gran apoyo. Las principales observaciones que se pueden hacer al gobierno es que las orientaciones estratégicas tienen que ir acompañadas primero de un diseño más preciso, de un análisis de su viabilidad y ejecutarse a un ritmo que permita irlas materializando. Si uno dispara expectativas, nunca va a poder cumplir, y creo que materias como la reforma educacional, especialmente la gratuidad universal, que es un noble propósito, no es compatible con las realidades concretas. Creo que el diagnóstico que hizo el equipo que se instaló en la comisión de programa de la Presidenta, porque no hubo la participación que debió haber existido de los partidos, de los independientes, de los expertos y de las consultas ciudadanas, llevó a una mayor radicalización del programa de lo que era viable de ejecutar. A eso se sumó que durante el gobierno hubo un planteamiento creciente de sectores a la izquierda de la Nueva Mayoría que pedían lo imposible y que empujaron por caminos que empezaron a contradecir el sentimiento de los sectores amplios del centro y de las capas medias. Ese factor también ha afectado la aprobación. A eso se agrega la cantidad de escándalos que ocurrieron con la relación entre la política y el dinero, que hace que la pérdida de legitimidad institucional esté afectando la popularidad no sólo del gobierno, sino que la aprobación de todos los partidos, todas las coaliciones, el Parlamento y las organizaciones del Estado.
La CEP sale en un momento en que hay un debate interno en la Nueva Mayoría sobre la proyección de la coalición. ¿Cree que los malos resultados obtenidos por el gobierno van a acentuar ese debate?
Sin duda, un gobierno que tiene problemas de aprobación no retiene. Algunos ya se han salido, como Revolución Democrática, y otros grupos pequeños, como los que representan el senador Alejandro Navarro o el diputado Sergio Aguiló ya han dado señales en esa línea. Se va a conformar a la izquierda de la centroizquierda un nuevo frente político a partir de grupos y personas que hasta ahora estaban muy dispersos. Eso crea un desafío bastante grande a la centroizquierda de reposicionarse y recolocar un proyecto potente que sea mayoría.