En las aulas de América Latina tiene lugar una variedad de actividades mediante las cuales se crean oportunidades para que los estudiantes obtengan nuevos conocimientos, desarrollen nuevas capacidades y adquieran actitudes y disposiciones acerca de las diferentes áreas disciplinares. Docentes y estudiantes encarnan sus papeles en el aula, respectivamente, como proveedores y beneficiarios de esas oportunidades. Sin embargo, no es en el aula solamente donde se decide qué oportunidades curriculares han de brindarse.