En el contexto de las reformas implementadas en el sistema de educación pública de Chicago desde inicios de los 90, se desarrolló el “marco de apoyos esenciales para el mejoramiento escolar”, que plantea que la mejora de la escuela requiere de un trabajo sistemático en cinco frentes: el liderazgo como motor de cambio, la colaboración coordinada con la comunidad y las familias, la capacidades profesionales, el clima de aprendizaje y la instrucción. En su libro “Organizing Schools for Improvement. Lessons from Chicago”, publicado por el Consortium on Chicago School Research (CCSR), los autores Anthony Bryk, Penny Bender Sebring, Elaine Allensworth, Stuart Luppescu y John Easton dan cuenta de la experiencia y sus resultados analizados a la luz de las cinco dimensiones señaladas, como se resume en esta edición.